Los fundamentos teológicos que guían la formación creativa así como la practica misionera MSH se basan en dos principios esenciales:
1) Fuimos creados por Dios para Florecer. Dios nos ha diseñado para prosperar aquí e ahora viviendo en una relación intima con Él , bajo Su cuidado, dominio y provisión (Gen 1, 28 & 2:4-25; Jn 10, 10; Lc 9, 62; Sal 1, 1-3 & 139, 13 - 14; 1 Cor 6, 17 & 10, 31; Ap 3, 16; Col 3, 23 - 24). La perspectiva del florecimiento humano actualizada por MSH implica:
Como siervo(a) de Cristo, hacer todo de corazón, sin tibieza ni quejas y sin mirar atrás, a fin de experimentar el gozo de la vejez como don de Dios y prepararse para una muerte exitosa.
Trabajar para la felicidad y satisfacción con la vida
Cuidado personal de la salud en todos los aspectos, como don de Dios mediante el cuidado del cuerpo, templo de Dios
Discernir el propósito / misión divina aquí & ahora desde la visión/misión MSH
Desarrollar su personalidad centrada virtudes & valores MSH
Promover el desarrollo de relaciones conyugales místicas con visión misionera
Estrechar relaciones sociales (familiares y comunitarias) positivas y solidarias
Lograr una estabilidad financiera y material (prosperidad salugénica)
Desarrollar una personalidad intercultural (multilingüe – multicultural) e identidad cosmopolita en ambientes diversos
2) Creemos firmemente en las Promesas de Dios de ser Administradores Efectivos de los Dones recibidos de Él. Dios nos a confiado talentos (Mat 25, 14 - 30) y nos llama a multiplicarlos aquí e ahora para su Gloria, el bienestar propio así como de nuestras comunidades. Por lo tanto, “si somos fieles en lo poco, Él nos confiará más (Cf. Mat, 25, 21) y guiara nuestros pasos”. Esta ultima promesa es la piedra angular de nuestro plan de formación y practica misionera en el campo de la salud geronto-geriátrica.